Si es cierta la teoría esa que dice que sólo el 50% de nuestras decisiones son correctas, cabría preguntarse como se da la distribución de dicho porcentaje.
Basado por ejemplo en la teoría de la concatenación supongo que las malas decisiones se van hilando de forma que de golpe sumaste muchas malas decisiones todas juntas y después tal vez revertís y empezás a tomar otras mejores.
Es que una vez que tomaste una mala decisión, solo te queda elegir entre "malo" o "peor". "Malo" muchas veces es aceptar que elegiste mal y volver al estadío anterior mientras que peor es negar dicha realidad y seguir tomando decisiones asumiendo que la primer decisión fue correcta hasta que finalmente aceptás el error y desistís o seguís perdiendo.
Hay solo algo bueno en tomar malas decisiones: de acuerdo con la teoría solo el 50% de tus decisiones son malas, lo que equivale a decir que si tomaste muchas malas, seguramente empieces a tomar buenas decisiones en breve.
En todo eso estaba pensando hoy haciendo un racconto de todas las malas decisiones que he tomado de un tiempo a esta parte y regodeandome en lo brillante que va a ser mi futuro toda vez que llevo acumuladas un montón de malas decisiones.
Desafortunadamente caí en el siguiente pensamiento que me dejó angustiado por el resto del día: que tal si las malas decisiones que tomé en realidad no eran las malas? Vale decir, quién me garantiza que decidí mal? Los resultados actuales? Tal vez esta magra campaña es la buena y ahora me toca una mucho peor...
En fin, mi única conclusión es que decidas lo que decidas y pase lo que pase, no hay que quejarse demasiado, porque siempre se puede estar peor. y sino, preguntenle a los amigos de River que pensaban que ya había pasado lo peor.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
lunes, 5 de diciembre de 2011
Un problema de probabilidades
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