Al principio no le daba importancia, porque era evidente que nadie me podía escribir a esta dirección, hasta que empecé con los trámites y ya tendría que haber recibido tarjetas del banco, del seguro médico etc.
Resulta que pese a que mi número de casilla coincidía con el de la correspondencia (ap 0201), como no estaba mi nombre escrito en la misma, el cartero no entregaba nada y devolvía todo al correo central para que fuera revisado. Un nuevo ejemplo de como funcionan las cosas acá...no existe la aproximación criolla.
Pensemos como funcionaría el sistema en Argentina: se envía una carta a una dirección, sin código postal (o incorrecto) y/o con nombre equivocado. Que hace el cartero en este caso?
Primero piensa y hace su ecuación costo benificio: "si no entrego lo tengo que llevar de vuelta y seguro que lo tengo que traer de vuelta otro día...encima me queman la cabeza porque llevo cartas de vuelta. mah si, yo entrego y sino que lo devuelvan y punto..." Y si tiene un poco de criterio, toca el portero, pregunta, averigua y confirma o no el error. Pero tiene todo un paraguas de alternativas antes de devolver la carta al correo central.
Todas esas alternativas en el modelo alemán están completamente vedadas. El portero no tiene que pensar si entrega o no y no tiene que preguntar nada. 100% de coincidencia entrega, en otro caso no entrega nada.
Y no hago una valoración de que es mejor. Yo claramente acostumbrado a mi modelo mental de el cartero resuelve y soluciona, no me tomé el trabajo de anotar mi nombre en el buzón, porque mi modelo es del tipo: coincide la dirección -> no importa quien vive -> se entrega, cuando estoy frente a un paradigma distinto.
Seguramente es esta guerra de paradigmas mi mejor aporte al modelo alemán y lo más enriquecedor para mi persona. Estoy convencido que todos salimos ganando por más que me cueste acostumbrarme a esta nueva forma de vida.
Porque pensar distinto, poder ver las cosas de otra manera, enriquecer a través de las diferencias pero respetando todos los puntos de vista es la mejor manera de conseguir que las cosas funcionen para todos.
Muy por el contrario, las visiones unipersonales que excluyen a los distintos y que no soportan los consejos de los demás sencillamente porque no coinciden con los paradigmas que pretenden imponernos, llevan a lugares de menor valor, justamente porque están excluyendo otras maneras de pensar.
Tal vez algún día los que nos gobiernan dejen de preocuparse tanto por eliminar a los que piensan distinto y se encarguen de evaluar todos los puntos de vista enriqueciendo los proyectos que se presentan. O tal vez eso nunca pase...
Yo por lo pronto voy a poner mi nombre en mi buzón para poder recibir las cartas que me envían aunque para eso tenga que romper mi paradigma.
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