Dedicado a mi tío Pete...

Este Sábado mi tío Pete dejó este mundo. Me quedan de él una serie de recuerdos, muchos de ellos asociados a mi infancia, que es cuando lo frecuentaba un poco más. Un tipo muy amigable, con un buen sentido del humor, al que en definitiva le gustaba vivir.

Más allá de que para mi es el primero de su generación en partir, lo hace además al comienzo de la semana santa, que es casualmente una semana donde siempre me planteo un montón de cosas acerca de mi vida…un período donde me vuelvo generalmente reflexivo, hago mis promesas para el año que entra y conmemoro lo que para mi es el triunfo de la vida sobre la muerte.

Para mi la muerte no es nada más que un destino ineludible. Por eso es tan importante esta vida. Es finita…tiene un comienzo que se celebra con mucha alegría y un final que nos llena de tristeza, aún cuando esperemos la otra vida. Lo que no hacés hoy, no lo hacés nunca más.

Tirarme debajo de un árbol a dormir, es algo que voy a hacer cuando ya no esté más por acá. Y estoy seguro de que mi tío que me espera en otro lado, me diría lo mismo que me enseñaron mis viejos: jugá limpio y viví flaco. De eso se trata todo esto.

Y si lo pensás así, hay muy pocas cosas que son realmente importantes no? Es decir, el beso que no das, la llamada que no hacés, el perdón que negás hoy…esas son las cosas que valen. El dinero, tus éxitos personales…todo eso no te lo llevás a ninguna parte.

Por el contrario, sirve todo lo que hacés por los demás y con los demás…las comidas con amigos, ver a tus bebes crecer con fuerza y ganas …eso vale mucho más. Y justamente lo que le da valor es que es algo que no lo podés repetir. Por eso el precio es muy alto…es un bien escaso que se acaba cuando te vas.

Si tuvieras la certeza de que es tu último día en la tierra...que hacés? Seguro que no te tirás a dormir ni 2 segundos abajo del árbol, porque son 2 segundos que perdiste. El tema es que nunca tenemos esa percepción hasta que nos agarra algo o vemos que el que hoy estaba al lado nuestro ya no está…Seguimos pensando que la vida es para siempre, que las cosas les pasan a los demás.

Parafraseando a los políticos de turno, la muerte es una sensación. Y algo de eso hay, porque de hecho espero la otra vida…Cristo transformó la muerte en una sensación…pero aún los que estaban más cerca de EL no lo entendían… Y uno a 2000 años de distancia trata de abrazar la Fé y seguir. Pero no deja de ser difícil…muy difícil.

Por eso trato de tomar el consejo que me daría mi tío si estuviera hoy acá: jugá limpio y viví flaco…de eso se trata todo esto. Y es lo que voy a hacer desde hoy hasta el día que me toque a mi dejar esta cancha que llamamos vida.