Y si lo ponemos en perspectiva, la celebración es la misma. El pueblo de Israel no tenía vida en Egipto. Eran sometidos como esclavos sin ningún tipo de oportunidad...era una muerte segura.
Moises logra tras un encuentro con Dios, la liberación de su pueblo, pueblo que después vagará por el desierto rumbo a la tierra prometida desafiando muchas veces al Dios que lo liberó y hasta incluso pensando en que lo mejor era volver a Egipto.
Y a nosotros como Cristianos nos pasa lo mismo. Cristo nos liberó para siempre de la muerte, pero nosotros muchas veces renegamos de esa realidad, desafiando a nuestro Dios e idolatrando otras cosas que poco tienen que ver El.
Cristo se enfrenta a la muerte practicamente en soledad. Son muy pocos los que se acercan a ayudarlo, siquiera defenderlo o alentarlo. Y yo por lo menos estoy seguro que no sería de los que van a apoyarlo. Es decir, hoy a la distancia si, lo conmemoro y lo acompano, pero estoy seguro de que en ese momento y en ese lugar, hubiera tenido una actitud mucho más mezquina.
No se si hubiera llegado a condenarlo junto con el pueblo, pero seguro que no me hubiese puesto a defenderlo. Tengo una Fé muy vaga...Y sin embargo lo busco, como lo voy a buscar siempre...sin saberlo, sin entederlo y hasta sin quererlo. Pero lo sigo buscando...de la misma manera que el pueblo de Israel buscó a través del desierto la tierra prometida.
Felices Pascuas!
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