Que se entienda: días buenos y malos tenemos todos habitualmente. Y hay que tener días malos para poder disfrutar más de los que son increiblemente buenos. Pero días negros, eso es otra cosa.
Tuve uno de esos este Sábado. Después de esperar en vano que me conectaran internet, que me llegaran los muebles de la casa y tantas otras cosas, el Viernes por la tarde, recibí una bicicleta que compré por ebay. Creo que no estuve tan contento ni cuando me dieron la que te regalan en la primera comunión. Es increible que algo tan tonto me pueda poner tan contento...pero supongo que era solo el último peldaño antes del precipicio.
Puesto a disfrutar de la misma el fin de semana, salí temprano a la manana a comprar las herramientas necesarias para terminar de ensamblarla, porque que para enviarla, la mandaron medio desarmada.
La primera decepción fue ir al banco para verificar que el gobierno alemán se dignó a reconocerme como ciudadano casado y con 2 hijos y por ende me redujo los impuestos, pero no me devolvió la plata que se cobró de más el mes pasado. Es decir: sentí como que en el cajero me hubieran afando Eur 600.
Cuando sentís que tenés menos plata por algún motivo, todo empieza a parecer caro. Por eso, en vez de tentarme con el primer juego de herramientas que encontré por Eur 16, decidí esperar a comprar en el hipermercado de la ferretería, que seguramente tenía mejores precios.
Me quedé 5 horas en casa cuidando a un par de ciudadanos alemanes (mis bebes) que se portaron tan mal que casi llamo al 911 para que se los lleven. Rompieron la tetera, los huevos (literalmente...y tiraron queso de rallar en el piso) y por cierto mi paciencia, que todavía estaba condicionada por el robo en el cajero.
Salgo entonces raudamente a buscar mis herramientas, solo para comprobar que el colectivo que me llevaba al lugar pasó justo por la esquina de mi casa, así que tuve que esperar 20' hasta que vino el otro. Claro que era un día negro...antes que llegara el mío, pasó uno lleno de turistas (sigth seeing) al que confundí con el mío mientras el micro pasaba por encima de un charco y me dejó decorado mientras los turistas me sacaban fotos ("barroman" le escuché decir al guía turístico).
Cuando llego a la ferretería, el juego de EUR 16 del supermercado, valía Eur 20. A esa altura, ya no me importaba ni los 600 Eur del gobierno ni nada...quería mis herramientas y las quería ya! Así que sin pensarlo 2 veces salí equipado para la tarea.
Llego a casa, armo la bici que para esa altura ya se me hacía parecida a una Harley Davidson. Bajo las escaleras a toda velocidad...enfilo para la estación a ponerle aire....listo!!!...NO...era un día negro: 500 mts después de la largada, se revienta la cadena...Y eran ya las 20 hs...todo cerrado hasta el lunes.
Lo único que pude hacer fue meterme en ebay y reclamarle al vendedor...solo para recibir una respuesta de "flaco...no leiste la letra chica...esto es una bicicleta clase B...." Me imagino que la B viene de Broken...o de Boludo...me quedó la amargura que solo me agarraba el domingo de Marzo antes de volver al colegio...y por supuesto....una bicicleta clase "B"...Boludo.
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