Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
martes, 10 de noviembre de 2009
El Muro de Berlín y La Metamorfosis
Mi viejo era un fanático del cuento "La Metamorfosis" de Kafka, que está en mi lista de libros a leer antes de morir. Y le gustaba porque él entendía que la vida continuaba en el que seguía después que uno, que a su vez toma muchas cosas que no le son propias con tal de reflejar de esa manera la existencia de su antepasado.
El mismo pensamiento, obviamente de una forma mucho más trivial aparece reflejado en un capítulo de Friends, donde a Phoebe se le muere una paciente en una sesión de masajes y siente que el espíritu de esta la invade porque todavía "no lo había visto todo". Finalmente el espíritu la abandona una vez que asiste a una boda de lesbianas y dice "ahora si lo vi todo".
Ayer parado frente a lo que hace 20 años era un muro que dividía una ciudad en 2 tuve esa sensación: no estaba ahí solamente para festejar o como turista observador. A través de mis sentidos, mi padre, mi tío y mi abuelo que era originario de Berlín vivieron algo que nunca hubieran soñado vivir.
No tengo dudas que de estar vivo, mi viejo hubiera estado ayer parado al lado mío viendo lo que yo vi y disfrutando a más no poder, sintiendo que mi abuelo estaba virtualmente a su lado. Inexplicable sino que algo que me es tan ajeno como la conmemoración de la caída de un muro que no vi más que a través de la tele a 15.000 KM de distancia me haya conmovido tanto.
Me olvidaba: avísenle a Cristina...el muro se cayó, el comunismo solo existe en Cuba y 20 años es mucho tiempo. De tanto mirar para atrás le va a agarrar tortícolis.
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