Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
lunes, 19 de enero de 2009
Editorial - Dios existe...
Dios No existe. Esta extraña campaña de marketing financiada vaya uno a saber como (supongo que con los fondos de los que dicen creer que Dios no existe), me llama a la reflexión. Lo primero que veo es que la traducción de la prensa no es lineal con lo que dice el cartel que ví en la foto del colectivo de Londres. Ahí dice: “probablemente Dios no exista”. Ya estamos en el terreno de las probabilidades y me imagino porqué: negar abiertamente la existencia de Dios sería creer en el “No Dios”. Ahora sino puedo creer en Dios, porqué creería en el “No Dios”?. Si tengo el don de la Fé, creo. Si no lo tengo, “creo” que “no creo”, pero no lo puedo afirmar, porque estaría creyendo y tendría el don de la Fe…
La segunda parte del aviso dice algo así como “relájate y vive tu vida”. Parece más un aviso de gaseosas que otra cosa y es altamente contradictorio. Cómo me podría relajar y vivir mi vida sino tuviese certeza de la existencia de Dios? Sencillamente no podría. Sería poco más que un arrastrado con una existencia corroída lleno de odio e insatisfacción. No alcanzaría la condena social para detenerme, porque acabaría con mi vida que no tendría ningún valor antes de que me puedan encerrar en algún lado.
Yo creo profundamente en la existencia de Dios, porque es la explicación más certera que tengo para aceptar la vida que tengo. Dios es la persona que le da sentido a mi existencia, el que me permite creer que mi viejo no murió y que lo voy a encontrar en algún lugar en algún momento. Que tan grande podría ser mi angustia si no pudiese creer eso? Infinitamente gigante…no podría salir a la calle…no tendría sentido tener hijos, no tendría sentido vivir dentro de una sociedad. Y con seguridad me entregaría hacia otros falsos dioses, como pueden ser el dinero o el poder, que son los dioses que no conocen saciedad y cuya veneración siempre te deja incompleto. Es justo lo contrario de lo que me pasa con mi Dios, al que cada segundo que le dedico vale mucho más que ese mismo segundo usado de una manera diferente.
Por otro lado no me gustaría estar en los zapatos del que tan abiertamente se niega a aceptar la existencia Divina. La última vez que ví un desafío de este tipo fue en la proa del Titanic, donde se leía “Solo Dios puede hundir este barco”. El resultado fue el que todos conocemos. Y no creo que Dios lo haya hundido…sencillamente no lo salvó…como tampoco se ocupa aparentemente de obstaculizar las guerras o evitar a veces las muertes de las personas que queremos más.
Miro de vuelta a mi alrededor y veo que en realidad el mundo está así porque mucha gente desconfía de la existencia de Dios. Si tuviesen la certeza de su existencia, si realmente pudiesen creer en el Dios amor que nos creo a su imagen y semejanza, nunca podrían comportarse de una manera tan egoísta y el mundo sería bien distinto.. Ya no me quedan dudas, hay que cambiar el mensaje: Afortunadamente Dios existe…relájate y vive tu vida.
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