Conocido es que los animales en cautiverio pierden su instinto de supervivencia. Así hasta el más feroz de los leones, después de un tiempo en el zoo puede sentirse intimidado por un animal de menor valía o incluso perder su capacidad para cazar alimentos y puede morir de inanición.
Berlín tiene uno de los zoológicos más grandes y fabulosos del mundo que incluye hasta un oso panda y muchas otras especies exóticas. Pero el verdadero zoológico no está detrás de las puertas del mismo sino del lado de afuera. Es que toda la ciudad se comporta como si estuviera en un cautiverio permanente, el apego a las reglas es total y cualquier intento por esquivarlas es sancionada en público o privado. Eso sin mencionar que la distribución socialista del ingreso hace que uno tampoco tenga que incentivos a convertirse en un león. Después de todo al mejor le dan lomo y al último un bife de chorizo muy jugoso.
El problema es que cuando te salís de esa matriz y volvés a un lugar donde los códigos son otros la podés pasar muy mal. Llevo poco menos de 18 horas en Baires y además de las cosas típicas que acá ves y allá no, casi protagonizo 2 accidentes automovilísticos. El primero de ellos cuando ante mi sorpresa y mientras conducía con luz verde por la avenida Libertador y en plena oscuridad un individuo se me cruzó con displicencia. El segundo hoy, mientras me decidí a cruzar una calle en el microcentro y una moto me recordó que la senda peatonal está pintada en forma literal.
Esto sin mencionar que en Berlín fui timado por un vendedor de teléfonos chinos similares a los originales y otro que me vendió una computadora vieja en caja de computadora nueva. No me quiero imaginar que clase de engaños puedo llegar a sufrir en un ambiente donde lo trucho es algo de todos los días.
No voy a comparar acá y allá porque no hace mucho sentido: la realidad es hoy y ahora y yo ya elegí escaparme del zoo. El tiempo dirá si fue la decisión correcta y si puedo facilitarme el alimento después de vivir en un lugar donde me alimentaban todos los días. Pero voy a hacer un esfuerzo sobrehumano para recuperar rápidamente mi instinto de supervivencia o lo tengo en claro: soy el próximo desayuno de un ratón de alcantarilla.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
martes, 30 de marzo de 2010
Welcome to the Jungle...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario