"Como no te trajiste un Porsche?" me decía el otro día un amigo. Algo de razón tenía. Es rídiculo lo que valen algunas cosas de este lado del mundo. Y no me refiero al Mc Donlad's que hoy sale más caro que en Alemania (en realidad sale lo mismo, pero obvio, acá ganás menos de la mitad, salvo que seas camionero), sino a otros bienes transables y no transables.
El corte de pelo es un claro ejemplo de bien no transable que hoy sale lo mismo que en el exterior. Todavía me acuerdo que allá por el 2003 cuando estaba en Boston no me cortaba el pelo en peluquería y lo mantenía como podía hasta poner un pie en el país donde podía cortarme por menos de la mitad. Y no era por rata: me ahorraba unos 15 dólares que iban directo a jueguitos para la play.
"Ves lo que te digo? tenemos que devaluar" le escuché decir a otro que trabaja haciendo lobby industrial. Personalmente a mi la palabra devaluación me produce nauseas. Es que la devaluación y la inflación son los mecanismos de ajuste que más perjudican a los empleados y los sectores bajos de la población.
Ningún gobierno de tinte socialista/populista debería ajustar con inflación ni devaluación, pero...no todo es lo que parece. Si en vez de generar políticas que produzcan real desarrollo de la economía y que nos permitan ser más competitivos bajando el costo laboral por medio de una reducción del impuesto al trabajo (que hoy es altísimo y promueven el empleo en negro) el gobierno se dedica a repartir planes sociales, queda claro que la devaluación es funcional a la política.
Es más fácil emplearte de ñoqui y después reducir el poder de compra de tu salario que lograr un crecimiento sustentable. Cuando te diste cuenta, el gobierno ya se fue...
Vuelvo a mi Porsche: a pesar de la increíble diferencia que podía haber hecho comprandolo a lo que lo venden allá y vendiendoló a lo que lo pagan acá decidí no traerlo. Es que realmente nunca hubiera llegado a destino. En el escenario A, me lo secuestraba el estado Alemán, que nunca hubiera podido machear mi declaración impositiva de desempleado con el hecho de que manejase un Porsche. En el escenario B, lo sacaba de la concesionaria y la cantidad de rubias que se hubieran subido solo en Berlín hubieran hecho imposible el retorno: no entraban en el contenedor. Y claro, no estaba dispuesto a pagar el precio del auto para traerlo sin su valor agregado. Después de todo, cuanto vale un Porsche sin Rubia? Seguramente 0...sino te lo venderían con 1 sola butaca y sin capota.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
martes, 20 de abril de 2010
De autos importados...
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La verdad concuerdo mucho con tu articulo, los precios afuera comparados con los de aca en ucantoa vehiculos como motos son realmente ridiculos, o tambien pasa como con los de autos que aca se cobra extra por caracteristicas supuestamente nuevas, que ya son standar en otros lugares del mundo, ni hablar de los standares de seguridad
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