Soy un convencido que 1 sola vida no alcanza. El mundo es como una carrera: desde que llegás y hasta cierta edad no decidís nada hasta que después, empezás a tomar decisiones que encadenan otras decisiones y que automáticamente dejan afuera de tu radar otra serie de alternativas que te parecían también apetitosas. Algo de eso escribí ya en "la vida es un Mc Donald's", pero es que cada paso que doy me doy cuenta de que es así.
Cuando terminé el colegio, tenía varias pasiones: el deporte, la música (o lo que se llame a todos esos ruídos que generé durante un tiempo) y la idea de una carrera corporativa ascendente. La falta de resultados deportivos positivos y la certeza de que mi gusto musical no era apreciado por el resto de la población, me terminó llevando hacia el mundo de las empresas, donde siempre algo podés hacer (incluso sino servís para nada, siempre podés entrar al departamento de HR). Pero eso no quita que no siga soñando regresivamente con lo que me hubiera gustado hacer.
Y eso que me hubiera gustado hacer es bastante parecido a lo que hace Marit Larsen en este video: pasearme en tren tocando la guitarra. Hoy, completamente desengañado de la vida corporativa digo "que nabo...porque no lo hice". Si me escuchás algún día tocando la guitarra, seguramente vas a decir "no nos perdimos de mucho", pero eso es otra cosa.
Con la esperanza de vida rozando los 80 en promedio, no me parece disparatado que en vez de elegir una carrera a los 18, uno se dedique al menos 1 año a pasear en tren y tocar la guitarra o a hacer cualquier otra cosa que le guste. Hoy ya duplicando esa edad y con 2 pibes en la mochila no creo que consiga suficientes monedas para financiar mi vida.
Por suerte puedo disfrutar de todos aquellos como Marit Larsen que si se animan a hacerlo y lo comparto con Uds.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
jueves, 3 de septiembre de 2009
Segundas Vidas...
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