No soy una persona que tenga grandes adicciones o al menos no las demuestro. Puertas adentro, cada uno es como es, pero socialmente soy siempre bastante mesurado tendiendo a lo apático, tanto que a veces parezco marciano...es que pocas cosas realmente captan mi atención y me entretienen. No fumo, tomo solo ocasionalmente, reniego de los casinos etc. Pero en realidad nada de esto tiene que ver con ser un marciano y mucho con el tipo de educación que recibí, un tanto alemana si se me permite la expresión.
Así, cuando todos mis amigos estaban encendiendo su primer cigarrillo, mi viejo vino un día con una radiografía de un pulmón hecho pelota y me dijo: "este se murió ayer de caner de pulmón...fumaba como una chimenea". Eso a los 12 años tiene un impacto letal y un resultado cierto: no fumás un solo cigarrillo más en toda tu vida.
Lo mismo pasó con los casinos: la historia de mi bisabuelo que se jugó toda la fortuna que había hecho con las peluquerías, me la contaron 400 veces. "Era el Roberto Giordano de los años 30, pero le gustaba el juego" me explicaba mi viejo. "Se conocía el peso de todos los jinetes y caballos del hipódromo" o el más glamoroso: "Se dió la vuelta al mundo parando a jugar en todos los casinos. Tanto que un día me dijo que si pasaba por Montecarlo mirara la araña que colgaba del techo del casino, porque la había pagado él". Digo, podés poner $1 en la bolsa después de esta historia sin sentir que estás repitiendo la historia familiar? Yo no...
Pero hay un dicho que dice "Lo que se hereda no se roba" y porqué no confesarlo, debo haber tenido alguna bisabuela despilfarradora por ahí. Tal vez la esposa del peluquero. Vaya uno a saber. La cuestión es que tenga o no dinero, cuando veo un "Sale", entro y compro. Y compro, compro, compro y sigo comprando.
Los argentinos llevamos un poco de eso en la piel. No solo alardeamos...también compramos! Es que es inútil: está 70% off si no te lo llevás ahora mañana no está. Y además siempre tenemos algún primo, amigo o pariente que lo necesita y al que nunca le termina de llegar el presente, porque claro de tanto mirarlo ahí sin que se use, te lo terminás poniendo y entonces usas 3 iguales, que es mejor que tener 1 y lavarlo.
Esa extraña sensación de riqueza es atemporal y poco importa si tengo ingreso fijo o si vivo del estado alemán: la tengo y punto. Lo más curioso es que me altera de tal forma que hago todos los dibujos habidos y por haber para convencerme de que es una buena compra y que no estoy despilfarrando nada. Así por ejemplo lo primero que hago es calcular cuás es mi riqueza en un punto determinado del tiempo si vendiese todo lo que tengo, es decir, si liquidase el auto, recuperase el depósito de alquiler del departamento etc. Si haciendo ese cálculo mental no llego al número que debería tener en mi cuenta bancaria para poder comprar todo lo que quiero en el "Sale" estimo cuanto me pueden llegar a devolver por impuestos y si aún así no llegué, incluyo algún otro asset a cobrar...increíblemente siempre llego al número que quiero (mi excel mental es muyyyyy flexible) y sigo comprando.
Al gobierno de Cristina le pasa lo mismo: hace estimaciones de todo tipo para seguir gastando acá y allá y cuando se acaba la plata, mira de donde puede manotear para seguir adelante. Es que en eso nos parecemos todos los argentinos: no hay límites cuando de gastar se trata. En el caso del gobierno, por una lógica un tanto más patética: ya sabe que no hay reelección posible y en ese caso, mejor gastar lo que queda y que pague el que viene después si puede.
Ayer justamente estaba haciendo vida de turista con euros por el centro de Berlín cuando mi vista se fijó un segundo en la tabla de cotización del dolar. Resulta que el euro perdió 12 centavos desde Diciembre y yo seguía tomando la cotización de 1,5 dolares por euros para calcular mi riqueza. El resultado mental me alertó: estaba en rojo y no llegaba al número mágico de activos que suponía que tenía ni aún contando la plata que podía llegar a hacer si vendía algunas de las cosas que compraba en mi regreso a Baires (el famoso compro 3, vendo 2 y con la diferencia que hago el mío es gratis, que por lo general tampoco se cumple).
Por suerte en la billetera todavía tenía la tarjeta de crédito extensión de mi vieja, una caja mágica que me permitió seguir comprando a discreción. Que eso en algún momento también lo voy a tener que pagar yo? No...que lo pague mi hermana. No tengo dudas, tengo un enorme porvenir en la política.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
martes, 26 de enero de 2010
Shopper Serial...
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