1- Nunca aceptes un NO como respuesta. Los NO en las empresas no existen. Lo que si existe es una inercia natural que frena todas las iniciativas de la manera más fácil: “No se puede…”
2- Nunca digas SI como respuesta. Te va a ir mucho mejor si decís NO y después lo hacés (el famoso extra mile) que si decís SI y queda en la nada.
3- Nunca hagas todo lo que te pidan muy rápido. Si sos demasiado efectivo te transformás en una amenaza para tu jefe y seguro que te manda de vuelta a descular un átomo. Un trabajo de 2 hojas en 5 minutos es peor seguro que uno de 10 en 2 días, aunque la información sea la misma.
4- Nunca hagas todo lo que no te pidan muy lento. Lo que no te piden que hagas y vos hacés por curiosidad para vos, tiene mucho más valor que las cosas que solo haces para reportar. Lamentablemente, como nadie te lo pide, siempre queda para después o nunca y es el valor agregado que le estás dando a tu trabajo.
5- Nunca digas todo lo que sepas. Te pagan para resolver los problemas que te plantean y no para saber las respuestas a todos los problemas. Tenés que saberlas, porque te puede tocar responder, pero hasta ese momento, el silencio suele ser un buen aliado.
6- Nunca te preocupes en saber todo lo que decís. En el mundo de las empresas, el 80% de las afirmaciones y creencias se originaron en respuestas que se dan sin tener un fundamento sólido y a las que después se les agrega el fundamento para no quedar mal. Muchas de estos fundamentos por ende están sostenidos por un montón de supuestos que los hacen válidos porque si. Por ejemplo: se vende Coca 2 litros 2 veces más que Coca 1,5 lts*- Y cuando mirás el * dice “Período Sept 08”. Lo que no dice es “tomando en cuenta Kioscos 24 hs en la localidad de El Calafate”. Pero si el CEO se queda con 2 vecés +…alcanza!
7- Nunca preguntes lo que no sabés. Se supone que te pagan porque sabés. Si no sabés no importa mientras nadie se entere. Algunas fuentes de conocimiento son Wikipedia o algún tío lejano.
8- Nunca preguntes lo que si sabés. Preguntas como “no merezco un aumento de sueldo?” o “Puedo irme temprano a mi casa hoy?” tienen una sola respuesta: “NO” y seguramente te ponen en una situación peor que no preguntar y actuar sin decir nada.
9- Nunca te tomes tu trabajo muy en broma. Hasta el cadete tiene cierto grado de responsabilidad si los resultados no acompañan, aunque solamente sea el que reparte las cartas.
10- Nunca te tomes tu trabajo muy enserio. Aunque seas el empleado top, el próximo o actual CEO o lo que sea, siempre hay tiempo para una cerveza con amigos. En el fondo, no dejás de ser uno más.
Este decálogo y saber encontrar un rol estratégico, como mi tatarabuelo que era el catador de los vinos del rey, te aseguran una larga vida corporativa.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
martes, 18 de noviembre de 2008
10 Nuncas para una vida corporativa saludable
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