Hoy agarro el diario y veo que nuestra presidente Cristina está visitando la tumba de Tutankamón con su hija Florencia K. Dada la forma en la que manejan la república a nuestras expensas, no me parece extraño que estén viajando para ver como vivían los faraones. Tal vez se les ocurra empezar a tomar baños de leche con los stocks de lácteos que se acumularon en el país gracias a la siempre hábil gestión de Moreno.
Pero lo que si me molesta de sobremanera es tener que soportar discursos progresistas y actitudes de rico mal parido. Y no me como ese verso de que como representa al país, tiene que vestir de primera. Si representa a 1 país pobre (o empobrecido), lo más lógico es no hacer ostentación. No me parece que se vista de mocasines como el impresentable de su marido, pero tampoco necesita anteojos de sol de Gucci o carteras de Cartier. Y mucho menos viajar con su hija con nuestro dinero. Que valor agregado le pone a la visita la chiquita? Porque tenemos que pagar eso de nuestro bolsillo? Son faraones y pueden hacer lo que quieren?
El problema como siempre es que una cosa es lo que se dice y otra muy distinta lo que se termina haciendo. Y esta Cristina de progresista y socialista tiene el discurso, porque es más capitalista que el peor de los empresarios. Los K son faraones y fariseos, porque su discurso progresista contrasta directamente con su actitud faraónica y la forma unipersonal de gobernar. Pero como siempre pienso, la culpa es nuestra. La única forma de que esto no pase más es participando activamente y votando en consecuencia. Si nos acordamos de que son horribles cuando nos tocan el dinero o vemos este tipos de fotos en los diarios pero cuando votamos nos quedamos con el pancho y la coca que nos dieron al entrar, está claro que la cosa no va a cambiar.
A los muchachos de Egipto les digo: no se dejen engañar por su sonrisa…y cuiden los tesoros de las tumbas, que acá ya se chorrearon todo lo que quedaba. Hasta la esperanza…
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