El desempleo trae generalmente aparejado el desarrollo de las habilidades emprendedoras innatas. El tiempo libre en general es un buen disparador de ideas y cosas que pensamos podemos hacer. El mundo está plagado de historias de gente que de la nada saca ideas fantásticas y de la noche a la mañana pasa de “vago” a multimillonario. El tema es que una cosa es la realidad y otra lo que cuentan los libros o el Excel en la pantalla.
Como mencionaba en el post anterior, soy de los que aprenden las cosas a lo “hard way”. Al frente manteca viejo y después vemos. Desafortunadamente también soy de los que pueden deformar tanto la realidad para creer que el Excel es la verdad y cuando eso sucede, me como palos previsibles.
Algo de eso paso con mi primer emprendimiento: comprar entradas de U2 al precio del público y revenderlas al precio de los giles que se acuerdan tarde. El típico “vagayero” (si es que así se escribe este lunfardo). Es un negocio probado mundialmente con réditos increíbles y un “no Brainer” para desempleados. Lamentablemente una vez más la realidad me muestra su cara más dura: un desconocimiento de la capacidad del estadio olímpico sumada al bajo nivel de ingreso de los berlineses me explotó en la mano y lo que se suponía que iba a vender al doble, me costó poco más que un ticket gratis de los buenos. (el Excel más crudo da una rentabilidad neta de -30% sin contar las horas de trabajo y stress). Seguramente debe haber maneras más seguras de ganar el morlaco extra me haga morfar.
Eso si, el concierto increíble. Si va de visita adonde están, no se lo pierdan. Pero acuérdense del consejo de este otario: tener en cuenta la capacidad del estadio antes de comprar para revender….
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
lunes, 20 de julio de 2009
Crónicas de un desempleado - Parte 2
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