Mi familia paterna vino de Alemania antes de la primera guerra mundial. Tenían en la zona de Berlín una fundición de bronce que cerraron, seguramente porque no era tan redituable como cruzar el mar y venir a vivir a la Argentina pujante de principios de siglo. Con el diario de hoy debería decir que se equivocaron feo, pero yo no estaría acá.
Igual el post apunta en otra dirección. Algún antepasado le agrego a la historia familiar una serie de hechos para darnos prestigio. Yo no conozco ningún inmigrante en este país que no tenga algún antepasado noble y no somos la excepción.
Así las cosas, la historia familiar nos enseño que uno de nuestros tatarabuelos estaba en la corte del rey (era el catador de vino, una posición por demás estratégica y por la que debe haber cobrado buen dinero) y también se menciona a alguna baronesa.
Yo supongo que en realidad el tatarabuelo era un pinche y en alguna fiesta, borracho como debe haber estado de probar tanto vino, se debe haber levantado a alguna Baronesa. Bastante extraño pasar a ser noble mediante un acto innoble pero poco importa como fué: somos de la nobleza. Y por si faltaba algo, en la fundición de nuestra familia se fabricó esa magnífica estatua "Nike - La Diosa de la victoria" que engalana el centro de Berlín. Total, como en ningún lado dice donde se hizo, bien puede haberse hecho en nuestra fundición.
Vale decir que teníamos hasta hace muy poco 2 historias familiares: la real y la que cuenta la familia. Pero ahora gracias al gobierno y sus investigaciones, estamos sumando un nuevo capítulo. En su loca carrera por opacar cualquier cosa de color opositor, Moreno y los K andan diciendo por ahí que me tengo que hacer un ADN, porque ellos sospechan que mi familia llegó al país en el Graf Spee al final de la segunda guerra mundial y que hicimos "fortunas" timbeando en el casino.
Aprovecho entonces este espacio para desmentirlo: tuve un bisabuelo timbero, pero no era alemán y en vez de hacer fortuna en el casino, se gastó todos los ahorros de la vida dando la vuelta al mundo y jugando en todos los casinos del planeta.
Lo único cierto en todo esto es que de tanto mirar para atrás y revisar en la basura, ahora tenemos un brote de sarampión, una enfermedad que no aparecía en el país desde hace más de 30 años. Queda claro que el barco de los K se hunde cada vez más abajo. No sería raro que terminemos en el medio del río junto con algún resto del tristemente célebre acorazado alemán.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
viernes, 27 de agosto de 2010
La historia detrás de la historia detrás de la historia y el brote de sarampión
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