Sigo comparando el modelo Argentinos y el Alemán, puesto que estoy en la penosa situación de tener que renovar mi registro de conductor en Alemania. En realidad, tengo que sacar uno nuevo, porque me parece que alguién les contó lo mal que manejamos y nos hacen todas las pruebas por si las dudas.
Como en todos los casos de trámites de cualquier tipo, el sistema alemán funciona…y el argentino también, pero distinto.
El alemán tiene un solo camino y el resultado es certero: tarda un tiempo, tenés que hacer varias pruebas, pero llega sin errores.
Acá corren cosas como la fortuna, la voluntad del que te atiende etc. Pero como sabés que tiene una efectividad muy baja, probablemente decidas ir por el paralelo, del comisario amigo o el “contacto”.
En este caso, la efectividad en la obtención del registro de conducir aumenta considerablemente y los tiempos pueden incluso ser menores que los que enfrentas en un país del primer mundo.
Pero claro tiene una desventaja: tenés que tener un contacto o "comprar" 1. Y acá es adonde la cosa se pone interesante: como sabés que sin contacto no conseguís nada, pagás cierto dinero para que el “contacto” te acelere el trámite.
Corrupción diría alguno de acá….por eso están como están. Y sabés que? Estoy cada vez más convencido de que no es corrupción. Si vos vivís en un país sin reglas, es lógico que tengas que jugar con otras cartas. El problema es que el país que estás ayudando a construir es el de las excepciones y no el de las reglas. Y aunque no lo creas eso se escala de abajo para arriba con una velocidad increible. Pensalo...
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