Hay días en los que te sentís definitivamente solo en la oficina. Cada tanto me agarra un ataque en los que quiero mandar todo al demonio porque me parece que nada hace sentido. Debo admitir que me pasaba bastante más seguido antes…supongo que el tiempo y la experiencia ayudan a balancear un poco más las cosas y lo que antes era el fin del mundo ahora es simplemente un pequeño problema que no requiere mayor atención.
En realidad tiene que ver un poco con el contexto. Nunca pude entender a las personas que se creen que tienen el mejor empleo del mundo y que están en la NASA. Es bastante gracioso, porque esos personajes son los que suelen ser jefes. Y no lo entiendo: ningún laburo te da lo que no sos. Si realmente no tenés una vida fuera de la oficina, puede ser que confundas un poco las cosas y que creas que la oficina es tu mundo. Pero aún así, suena a poco no?
Nos la pasamos horas y horas encerrados trabajando en parte porque no sabríamos que hacer con nuestro tiempo libre. Muchas veces me pasa que siento que me falta una hora para mi…pero si le sumo 8 horas libres a cualquiera de mis días, no se bien que haría…terminaría arruinado, porque si no hacés nada te arruinas. Ahora de ahí a perder la noción y creer que la oficina es mi mundo hay precisamente un mundo.
Pero sabés que pasa? En la oficina es muy fácil obtener cierto prestigio que el mundo real no te da. A no ser que salgás en televisión o en los diarios, en la calle no sos más que nadie. Aún si tenés una Ferrari, te aparece al lado un tipo que viene con una nave espacial y se te fue el ego al demonio. En la oficina…en la oficina es otra cosa. Te ponen en la cartelera cuando te dan un ascenso, todos te miran cuando cambiaste el auto, hasta las cosas sin sentido como el reloj que te pusiste o la chica que te acompañó a la última fiesta te hacen distinto.
Y es entonces que los que no saben vivir afuera se dedican solo a construir su espacio adentro, dando cada paso con el cuidado absoluto de no hacer nada que perjudique su reputación…es increíble, porque en el fondo, el ecosistema es muy débil y siempre terminas pisando huevos. Pero ahí los ves…está el que llega primero y se va último aunque no haga nada en todo el día, está el que no empuja una sola idea con tal de no quedar pegado y el que le besa los pies a su jefe cada vez que tiene la oportunidad.
Hagamos un pacto saludable…sigamos trabajando con la misma energía de siempre…pero por favor, recuperemos la frescura…la oficina no es un lugar de apariencias. O tal vez si y por eso esté contando los minutos que me faltan para salir por la puerta y volver al anonimato del mundo real, donde me puedo reír sin compromiso y putear sin que nadie me mire mal.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
jueves, 16 de abril de 2009
The Office - Un poco de Sprite x favor...
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