En Argentina los super chinos son una invasión. Lo que no sabía es que en Berlín también los iba a encontrar. Casualmente necesitaba cambio para el parquímetro y como no tenía cambio, le apunté a lo primero que vi abierto. Resultó ser un Chino.
Muy similar a lo que encontrás en cualquier otro lugar de la Buenos Aires: góndolas chicas y 2 cajas que atienden los dueños. Pero las similitudes no terminaron ahí. voy a la caja y le pido cambio. La respuesta es: no tengo, pero si comprás algo te doy.
Ya me veía en la misma dinámica nacional de comprar para que me den monedas y llegar a la caja sólo para comprobar que como no tienen monedas te dan un voucher que no me sirve para pagar el parquímetro. Me contuve y dije bueno, total no lo puedo insultar ni en chino ni en alemán.
Ahí aparecieron las diferencias: el chino de Berlín es Chino posta. Todos eran productos chinos, no entendía nada de nada y no sabía que comprar. En Belgrano hay uno de esos, pero al menos tenés una idea de que es cada cosa. Acá eran todas patas de murciélago, pelos de rata y otras excentricidades. Entre tantas cosas raras, pude distinguir una lata de leche condensada que las usamos para hacer dulce de leche. Salí con eso y por suerte me dieron monedas.
Siempre me va a quedar la siguiente duda: como se dirá Dulce de Leche en Chino? Y por si acaso: como se dirá "Chino trolo" en alemán?
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
viernes, 23 de octubre de 2009
Notas Cortas - El Chino de Berlín...
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