Ayer cerca de las 21 hs. un jugador de Boca fue ovacionado en el monumental como nunca antes ningún otro bostero lo fue ni lo será. A la misma hora y por otro canal, un Argentino era ovacionado en Chile como nunca antes ningún otro Argentino lo fue ni lo será. Tal vez San Martín fue recibido de la misma manera, pero después O'higgins, que para mi no es más que una calle de Belgrano se quedó con la gloria.
A que voy? A que solo cosas como el fútbol pueden transformar a enemigos íntimos en amigos de toda la vida, aunque más no sea por un rato. Si hasta casi que nos olvidamos de lo horrible que es Maradona como DT, de lo floja que está la defensa, de la lluvia que a esa altura no era otra cosa que agua del carnaval...
Una frase que veo por todos lados en Alemania es "Wir sind ein Volk" (somos un pueblo). Es la que usaron los Alemanes del este para hacer caer el muro de Berlín. Increíblemente, es algo que se vive bastante a nivel población: todos juntos para un mismo lado y el bien común por encima de la ventaja particular.
Vuelvo al fútbol: por un instante estoy sentado al lado de Cristina el próximo miércoles, Palermo anota, nos lleva a la copa y la abrazo como si fuera mi vieja. Pero no te confundas Cris: eso es solo mientras dure el partido. A la salida de la cancha, te voy a seguir dedicando posts. Al menos hasta el próximo match.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
domingo, 11 de octubre de 2009
Cosas del fútbol...
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