Esta es la segunda parte de mis efemérides
Día 2171 - Primer problema con las minas. Hacemos un señalador para el día del padre. No recuerdo muy bien que hice con el mío, pero por algún motivo creo que el mío es el que reclama una compañerita de clase. Como las mujeres eligen primero, la guacha se lleva el señalador y a mi me queda uno hecho por la maestra. Estoy seguro que si ponía guita, la compañerita me daba el suyo o la cometeaba a la profesora para que los varones eligiéramos primero. Eso me lleva a una temprana conclusión que me guiará a lo largo de mi vida: las mujeres solo se mueven por dinero.
Día 2994 – Primera comunión. También es el año de la primera corrupción. Me doy cuenta de los beneficios de estar del lado del estado una vez que la maestra de 3er grado me da figuritas de regalo por portarme bien en clase. Las mismas se las había incautado a los que se portaban mal. De esta forma, aprendo la lección y me hago oficialista: siempre a favor de la autoridad aunque sea en contra de mis compañeros. El punto más asqueroso de mi alcahuetada sucede allá por el día 4726 cuando ante un examen fallido de biología delato a todos mis compañeros de clase porque consiguieron una copia del examen que no me compartieron en el recreo previo a la prueba. Me arrepiento de la alcahuetada…y de la mentira, porque encima lo negué cuando un par me vinieron a ver con la acusación de que yo los había entregado dado que la profesora nunca entregó las notas y dijo que había una denuncia por copia general. Soy un botón y un mentiroso, pero entiendan ex compañeros eran Uds. o yo…y siempre fui una gallina. Si alguno se fue a Diciembre o Marzo por esto, lo siento aún más. Entenderán además que este tipo de cosas me prepararon sin duda para una interesante carrera sindical que algún día planeo emprender. Prometo darles cargos a todos Uds. a cambio de su perdón y silencio.
Día 3630 – Me convierto en goleador. En un partido de fútbol en el campo de deportes del colegio hago 3 goles en un partido contra alumnos de 7mo grado (yo estaba en 5to). No recuerdo otra jornada similar en toda mi existencia futbolística. Solo me acuerdo que cuando me preguntaron como me había ido en el colegio dije “fantástico…hice 3 goles”. A esa altura de mi educación mis padres analizan seriamente si el colegio es bueno y si realmente vale la pena pagarle la educación a alguien que solo quiere jugar fútbol. Yo creo que ambos cuestionamientos son válidos. Si hice 3 goles, habrá sido, supongo, porque el arquero de apellido Sola, era medio nerd. Espero que no lea este blog o que no esté en Berlín…o ambos.
Día 4468 – Después de un espantoso examen de biología, donde contesto que un infarto “es cuando se salta la tapa del corazón” me retiro del colegio con fiebre. Me pierdo por eso de tirar mi avión de madera balsa en el festival del colegio que se celebraba el día de la primavera y donde los alumnos de 7mo tiraban su avión desde la ventana de la clase y todos los demás miraban. Para que se tenga una real idea de la dimensión de este fracaso, la única razón por la que iba al colegio además de para poder jugar al fútbol era para poder algún día “ser grande como los de 7mo” y tirar mi avión por la ventana. Aún no lo he podido superar. El día 4538 terminé la primaria y nunca más lo pude hacer. Algún día voy a ir al colegio con un avión de madera balsa, me voy a acercar a la ventana y lo voy a tirar. Será una forma de cumplir mi sueño. Espero que algún compañero del Esquiú me acompañe aunque después de la confesión que hice acerca de lo sucedido en el día 4726 supongo que será mejor que lo haga solo a que alguno me empuje por la ventana con justa razón…
Día 2171 - Primer problema con las minas. Hacemos un señalador para el día del padre. No recuerdo muy bien que hice con el mío, pero por algún motivo creo que el mío es el que reclama una compañerita de clase. Como las mujeres eligen primero, la guacha se lleva el señalador y a mi me queda uno hecho por la maestra. Estoy seguro que si ponía guita, la compañerita me daba el suyo o la cometeaba a la profesora para que los varones eligiéramos primero. Eso me lleva a una temprana conclusión que me guiará a lo largo de mi vida: las mujeres solo se mueven por dinero.
Día 2994 – Primera comunión. También es el año de la primera corrupción. Me doy cuenta de los beneficios de estar del lado del estado una vez que la maestra de 3er grado me da figuritas de regalo por portarme bien en clase. Las mismas se las había incautado a los que se portaban mal. De esta forma, aprendo la lección y me hago oficialista: siempre a favor de la autoridad aunque sea en contra de mis compañeros. El punto más asqueroso de mi alcahuetada sucede allá por el día 4726 cuando ante un examen fallido de biología delato a todos mis compañeros de clase porque consiguieron una copia del examen que no me compartieron en el recreo previo a la prueba. Me arrepiento de la alcahuetada…y de la mentira, porque encima lo negué cuando un par me vinieron a ver con la acusación de que yo los había entregado dado que la profesora nunca entregó las notas y dijo que había una denuncia por copia general. Soy un botón y un mentiroso, pero entiendan ex compañeros eran Uds. o yo…y siempre fui una gallina. Si alguno se fue a Diciembre o Marzo por esto, lo siento aún más. Entenderán además que este tipo de cosas me prepararon sin duda para una interesante carrera sindical que algún día planeo emprender. Prometo darles cargos a todos Uds. a cambio de su perdón y silencio.
Día 3630 – Me convierto en goleador. En un partido de fútbol en el campo de deportes del colegio hago 3 goles en un partido contra alumnos de 7mo grado (yo estaba en 5to). No recuerdo otra jornada similar en toda mi existencia futbolística. Solo me acuerdo que cuando me preguntaron como me había ido en el colegio dije “fantástico…hice 3 goles”. A esa altura de mi educación mis padres analizan seriamente si el colegio es bueno y si realmente vale la pena pagarle la educación a alguien que solo quiere jugar fútbol. Yo creo que ambos cuestionamientos son válidos. Si hice 3 goles, habrá sido, supongo, porque el arquero de apellido Sola, era medio nerd. Espero que no lea este blog o que no esté en Berlín…o ambos.
Día 4468 – Después de un espantoso examen de biología, donde contesto que un infarto “es cuando se salta la tapa del corazón” me retiro del colegio con fiebre. Me pierdo por eso de tirar mi avión de madera balsa en el festival del colegio que se celebraba el día de la primavera y donde los alumnos de 7mo tiraban su avión desde la ventana de la clase y todos los demás miraban. Para que se tenga una real idea de la dimensión de este fracaso, la única razón por la que iba al colegio además de para poder jugar al fútbol era para poder algún día “ser grande como los de 7mo” y tirar mi avión por la ventana. Aún no lo he podido superar. El día 4538 terminé la primaria y nunca más lo pude hacer. Algún día voy a ir al colegio con un avión de madera balsa, me voy a acercar a la ventana y lo voy a tirar. Será una forma de cumplir mi sueño. Espero que algún compañero del Esquiú me acompañe aunque después de la confesión que hice acerca de lo sucedido en el día 4726 supongo que será mejor que lo haga solo a que alguno me empuje por la ventana con justa razón…
Continuará...
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