Berlín me sigue sorprendiendo. El mundo se debate entre la vida y la muerte del sistema financiero. Desde el Reichstag, que está en el centro de la ciudad y es el parlamento alemán, se discuten algunas de las políticas que se van a aplicar en la UE. De hecho, hay oficinas de la UE a lado del parlamento, como para confirmar que somos un centro de decisión regional. Y mientras esto pasa, la ciudad de se disfraza en algo llamado el festival de las luces, donde a la noche, los edificios y monumentos más importantes de la ciudad han sido especialmente iluminados para que los podamos descubrir de otra manera.
No me llama tanto la atención el evento en si, sino el momento. Evidentemente acá las decisiones son más de largo plazo…nadie está pensando en apagar las luces porque viene la recesión. Por el contrario, la vida sigue igual o mejor que antes. Y para confirmarlo, la empresa en la que estoy ofrece a partir de ayer una recompensa para los empleados que traigan nuevos empleados a trabajar. Insisto: estamos a las puertas de un colapso de dimensiones y sin embargo el corto plazo se reemplaza por una visión más contextual de mediano largo plazo. No estamos pensando en echar a nadie…estamos pagando para que traigan nuevos empleados
Me imagino por un segundo estar parado en este momento en Argentina. Hay noticias de un huracán lejano. Primero bailamos y decimos que está lejos, después que nos puede llegar a tocar…después creemos que se viene encima y empezamos a emparchar. Y en todo ese tiempo no tomamos una sola medida estudiada ni tenemos una política más que esperar, llorar y rezar. Pero además no tratamos de que no nos perjudique como conjunto. Solamente ponemos a salvo nuestro jardín: tenés a los que piden un dólar más alto, a los que reclaman pleno empleo, a los que piden menos impuestos etc…
Supongo que en algún momento de nuestra vida, nos vamos a sentar todos en una mesa y vamos a acordar la mejor política para cada una de las necesidades. No es una solución para unos que deja a los otros insatisfechos o en desgracia. Es la mejor solución para cada uno dado que existe el otro que se ve perjudicado por tu bienestar. En los países serios se reparten el bien y el mal. Suponer que a mi me toca el bien y a vos el mal, nos lleva adonde estamos hoy: rezando para que la malaria no nos afecte…
Por cierto, y haciendo referencia al título: hasta que ese momento de maduración como país llegue, te invito a postularte a una empresa en Berlín. Es una ciudad que tiene historia y hasta un festival de luces por las noches. Pensalo y mandame tu CV…(y no es broma)
No hay comentarios:
Publicar un comentario