El otro día estaba en la casa de un amigo que renegaba del Facebook. De hecho no tiene página y no piensa en crear una, sobretodo porque ya está casado y piensa que es solo una herramienta para corretear minas online y se ve lejos de eso. Raro en alguien que se preocupó siempre por mostrarse joven, adoptando tendencias extrañas que lo hacían aparecer más ridículo que alternativo. Para mi el Facebook es como el Windows de la WEB, un lugar donde me entero de muchas de las cosas que pasan y que me conecta con los demás.
Sin embargo tengo que confesar que lejos de llevarme al futuro, a mi el Facebook me vuelve completamente regresivo, al punto perder parte del tiempo acordándome de todas las pavadas que hacía en los 80 y ver como mis amigos están asociados a cosas tan extrañas como “Fan club del capitán piluso” o “yo jugué al cubo mágico”. Y termino asociándome a grupos de música 80osos, acordándome de lo infante que era y lo pistola que me sentía.
Pero lo más gracioso es que me encuentro con un montón de gente que hace 20 años o más que no me ve y que supongo que me recordará como el silencioso miedoso ese que no habla y que viene vestido como ñoño. Y la verdad es que queda muy poco del introvertido. Me curé de espanto cuando me cambié de colegio allá por el 88 y abandoné mi valioso apodo “Tigre” por el peyorativo “Tigro”. Fue solo el comienzo de todas formas…la verdadera transformación sucedió cuando entendí que el mundo le pertenece a los extrovertidos, a los que avanzan primero y piden perdón después y decidí transformarme en Millenniumman, First Ever Cyberhero ©. Es que si te la pasás pidiendo permiso, se te va el tren…si tomaste el tren que te llevaba al lugar equivocado, al menos te moviste y siempre podés sacar un pasaje de vuelta.
Sin embargo tengo que confesar que lejos de llevarme al futuro, a mi el Facebook me vuelve completamente regresivo, al punto perder parte del tiempo acordándome de todas las pavadas que hacía en los 80 y ver como mis amigos están asociados a cosas tan extrañas como “Fan club del capitán piluso” o “yo jugué al cubo mágico”. Y termino asociándome a grupos de música 80osos, acordándome de lo infante que era y lo pistola que me sentía.
Pero lo más gracioso es que me encuentro con un montón de gente que hace 20 años o más que no me ve y que supongo que me recordará como el silencioso miedoso ese que no habla y que viene vestido como ñoño. Y la verdad es que queda muy poco del introvertido. Me curé de espanto cuando me cambié de colegio allá por el 88 y abandoné mi valioso apodo “Tigre” por el peyorativo “Tigro”. Fue solo el comienzo de todas formas…la verdadera transformación sucedió cuando entendí que el mundo le pertenece a los extrovertidos, a los que avanzan primero y piden perdón después y decidí transformarme en Millenniumman, First Ever Cyberhero ©. Es que si te la pasás pidiendo permiso, se te va el tren…si tomaste el tren que te llevaba al lugar equivocado, al menos te moviste y siempre podés sacar un pasaje de vuelta.
Eso es Facebook…el rincón de los extrovertidos, de los que quieren mostrar un poco más. Y porque no también el rincón de los nostálgicos que nos acordamos de vez en cuando de este o aquel y dejamos que la mente nos lleve a ese lugar o a ese momento en nuestra memoria colectiva. Y no me importa si te acordás de mi como el ñoño que venía con bermudas al colegio, el nabo que se paseaba con la guitarra por la playa o el idiota que bailaba arriba del parlante de la City…soy todo eso y mucho más…será por eso que soy un superhéroe…al menos es lo que me dicen mis bebes cada vez que les bajo un juguete de la repisa
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