El otro día comentaba sobre lo difícil que es para esta gente entender como pronunciar mi nombre. No es por cierto la única dificultad en el horizonte: es igualmente difícil explicar lo que uno quiere o compartir una visión de negocio. Y no es solo una barrera idiomática sino que tiene una raíz mas vinculada a la forma en la que pensas.
Los argentinos estamos acostumbrados a tener que pensar todo desde prácticamente cero. Nos pasamos el día desculando átomos y renegamos sistemáticamente de los procesos que se generan en los países del norte que fueron ideados para otro tipo de personas que no tienen creatividad y tienen que seguir procedimientos hasta para ir al baño. Acá por el contrario, está todo prácticamente resuelto y podés dedicarte a seguir el camino de ladrillos amarillo. El problema es cuando no te gusta el camino o simplemente encontrás una forma de mejorarlo (al menos a tu entender) y querés compartir tu visión con los demás.
En eso estábamos hoy un Fines, un Alemán y el que suscribe: pensando cada uno a su manera, explicando las cosas en inglés, que aunque es un idioma neutral para todos no es como explicarlo en cristiano y encima con uno de los participantes (moi) con un conocimiento más limitado en tecnología que los otros 2. Tener que explicar lo que querés en inglés y con un vocabulario técnico limitado supone un desafío en si mismo. Y muchas veces quedás en offside o terminas hablando en un cocoliche espantoso.
Sobretodo porque acá las cosas son muy precisas y si no usas la palabra exacta, la gente se ofende o te mira de costado…:”este indio que viene de un país que no paga las deudas y tiene un pasaporte trucho…” Pude leer ese pensamiento en la cara de mis interlocutores, alarmados porque le dije “Front end” a un “iframe”…”pero porque no se van un poquitito ya sabés adonde? Lo único bueno que salió de este país es la Schiffer y ya fue…”. Supongo que ellos habrán leído ese pensamiento en mi cabeza .
Lo único brillante es que después de la discusión, recibí por mail exactamente lo que yo quería con el nombre técnico que ellos le dan. Y ahí me di cuenta: en Argentina hacés la misma reunión, todo el mundo habla español, te dicen que si y después en vez de un perro te llega un gato. Acá te peleas en la reunión y después te devuelven la pelota tal como se acordó. Será por eso que les va mejor? Quien sabe…yo solo se que a la próxima reunión vengo con la sierra eléctrica y se terminaron las discusiones.
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
viernes, 13 de febrero de 2009
Pensar en español, decirlo en inglés y armarlo en alemán...
Etiquetas:
dias de vida,
millenniumland,
millenniumman,
pensamientos livianos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario