El viernes pasado en una reunión con un vendedor casi terminamos a los golpes. En realidad no terminamos a los golpes porque yo me fui a mi escritorio y di por concluido el asunto aún cuando mi rival me siguió provocando durante todo el trayecto de la sala de reunión hasta mi asiento.
Sinceramente no soy de los que se pelean en ningún lado y mucho menos en la oficina. Puedo discutir, pero no voy a termina a golpe de puño, sencillamente porque no hace falta. En los negocios y en la vida, lo que se resuelve a los golpes se resuelve mal…la razón tiene que privar siempre por encima de la fuerza.
Lo que no me queda en claro es que tan importante puede ser cualquier discusión de oficina como para que tengas que terminar a golpe de puño. Salvo que estés por denunciar a alguno por corrupción y se filtre la información o que te pases de rosca con alguna y venga el novio a buscarte, el resto de las cosas supongo pueden resolverse de una manera más normal.
Imaginate un escenario en el cuál no se llega al número de venta y el director de venta se agarra a trompadas con uno de los vendedores porque no se cumplió el objetivo. O un gerente de marca se calienta porque el share no da y lo va a buscar al de investigación de mercado para romperle la trucha. No da viejo…como se van a pelear?
En mi opinión, se debería generar un código de convivencia con una regla explícita que haga mención a estas situaciones, dejando en claro que no se toleran golpes de puño en la oficina. Y como toda regla, en el inciso A pondría la excepción: salvo que le vaya a pegar al gerente de HR. En ese caso, forme fila...
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
jueves, 14 de mayo de 2009
The Office - Titanes en el ring...
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