viernes, 13 de febrero de 2009

Pensar en español, decirlo en inglés y armarlo en alemán...

El otro día comentaba sobre lo difícil que es para esta gente entender como pronunciar mi nombre. No es por cierto la única dificultad en el horizonte: es igualmente difícil explicar lo que uno quiere o compartir una visión de negocio. Y no es solo una barrera idiomática sino que tiene una raíz mas vinculada a la forma en la que pensas.

Los argentinos estamos acostumbrados a tener que pensar todo desde prácticamente cero. Nos pasamos el día desculando átomos y renegamos sistemáticamente de los procesos que se generan en los países del norte que fueron ideados para otro tipo de personas que no tienen creatividad y tienen que seguir procedimientos hasta para ir al baño. Acá por el contrario, está todo prácticamente resuelto y podés dedicarte a seguir el camino de ladrillos amarillo. El problema es cuando no te gusta el camino o simplemente encontrás una forma de mejorarlo (al menos a tu entender) y querés compartir tu visión con los demás.

En eso estábamos hoy un Fines, un Alemán y el que suscribe: pensando cada uno a su manera, explicando las cosas en inglés, que aunque es un idioma neutral para todos no es como explicarlo en cristiano y encima con uno de los participantes (moi) con un conocimiento más limitado en tecnología que los otros 2. Tener que explicar lo que querés en inglés y con un vocabulario técnico limitado supone un desafío en si mismo. Y muchas veces quedás en offside o terminas hablando en un cocoliche espantoso.

Sobretodo porque acá las cosas son muy precisas y si no usas la palabra exacta, la gente se ofende o te mira de costado…:”este indio que viene de un país que no paga las deudas y tiene un pasaporte trucho…” Pude leer ese pensamiento en la cara de mis interlocutores, alarmados porque le dije “Front end” a un “iframe”…”pero porque no se van un poquitito ya sabés adonde? Lo único bueno que salió de este país es la Schiffer y ya fue…”. Supongo que ellos habrán leído ese pensamiento en mi cabeza .

Lo único brillante es que después de la discusión, recibí por mail exactamente lo que yo quería con el nombre técnico que ellos le dan. Y ahí me di cuenta: en Argentina hacés la misma reunión, todo el mundo habla español, te dicen que si y después en vez de un perro te llega un gato. Acá te peleas en la reunión y después te devuelven la pelota tal como se acordó. Será por eso que les va mejor? Quien sabe…yo solo se que a la próxima reunión vengo con la sierra eléctrica y se terminaron las discusiones.

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MillenniumMan es el primer Cyberhero del mundo. Llega al planeta tierra en un repollo nocturno, disfrazado de chicharrón. Deja atrás su vieja presencia anodina para transformarse en un ser social agradable que solo es feliz destruyendo paradigmas. Se convierte en ícono social atendiendo a cuanto evento lo invitan. Sale de tapas reiteradamente y encara mujeres como si fueran cervezas. Su hobby favorito es jugar tenis y vivir según sus propias reglas. Funda este blog para generar conciencia y abrir las mentes de los lectores. Lo que antes era solo una posibilidad, hoy es una realidad y mañana un hecho consumado...su visión no tiene límites y no le teme a nada más que los murciélagos. Enemigo declarado de las autoridades del país, se radica en el exterior desde donde planea su retorno para construir un mundo mejor para todos.