Me llega desde Buenos Aires un mail que tiene origen en el vecino país del Uruguay y que sin duda debe tener su correlación nacional, porque tan distintos no somos.
En el mismo, un ciudadano Alemán que hizo una pasantía en Uruguay, cuenta un incidente que tuvo en la aduana de Colonia, donde como no tenía la tarjeta de ingreso al país, una guardia fronteriza le cobró USD25 de multa.
El problema surge porque la guardia nunca pudo mostrar un reglamento para ejercer esa multa, ni citar una ley ni le dió recibo alguno por el cobro, lo cual le hace suponer al ciudadano alemán que esos USD25 nunca fueron a parar a las arcas del estado sino al bolsillo de la funcionaria.
Lo que continúa es una transcripción de un análisis realizado por Manuel Pereyra Terra, profesor universitario en dicho país:
500 pesos uruguayos -la friolera suma de USD 25- es el precio de aceptar la corrupción para un funcionario aduanero de Colonia del Sacramento, de un País que apuesta la turismo y al servicio.-
Su sueldo probablemente sea de unos USD 2.000 por mes, y si le sumamos los beneficios por ser empleado público (inamovilidad de por vida, bonos por presentismo!!!, viáticos para viajes, etc,etc,etc) y además el hecho de vivir en Colonia, creo que fácilmente podemos comparar el VALOR (no el precio) que recibe este funcionario, con alguien que gana usd 10 mil y trabaja en Wall Street con una calidad de vida estresánte.
Una pregunta frente a esta situación sería entonces: ¿puede la sociedad del tercer mundo algún día dejar atrás sus prácticas corruptas?
Una respuesta posible:
difícilmente la sociedad del tercer mundo pueda dejar a trás las prácticas corruptas mientras los ejemplos de los gobernantes y líderes sociales (empresarios, directivos, etc) esté precisamente asociada a la falta de castigo y a la baja probabildiad de que los descubran.
Solución: Emigrar a países serios.
En el primer semestre del año 21.000 jóvenes (la gran mayoría profesionales universitarios) emigraron del uruguay a USA y Europa.
Esto no sería un tema trivial, si no considerásemos que:
Por año a "todas" las universidades del uruguay ingresan 80 mil estudiantes, Por año se gradúan 3.000 profesionales (el 3.7%; y no precisamente ingenieros que es lo que necesitamos, sino en su mayoría abogados y escribanos) Por año emigran 42.000 jóvenes (21.000 por semestre).
Conisderándo entonces tres escenarios:
1) Si el 75% de los que se vá es universitario, la tasa anual de formación universitaria del país es MENOS 950%
2) Si el 50% de los que se vá es universitario, la tasa anual de formación universitaria del país es MENOS 600%
3) Si el 25% de los que se vá es universitario, la tasa anual de formación universitaria del país es MENOS 250% El punto de equilibrio se dá cuando el "7%" de los 42.000 que emigrarán en el 2008 (o sea 3.000) coincidiese con los 3.000 graduados universitarios que produce el sistema anualmente, luego de 80 mil inscriptos...
Sin duda tenemos un grave problema en el futuro inmediato.-
Tema 2:
¿Qué profesionales son los que se van....y qué profesioanles son los que se quedan?
Mi respuesta: los mejores se van.-
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
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