De la victoria...

Empieza Septiembre, que en mi caso es un mes lleno de recuerdos. No solo se cumplen hoy 4 meses desde que mi viejo dejara este mundo, sino que además, es el mes de su cumpleaños y también el de su aniversario de casado.

En eso estaba pensando esta mañana cuando me levanté...en como recordarlo. Como ya comenté en este espacio, vengo al trabajo en bicicleta, que es una forma excelente de empezar la mañana y una de las grandes ventajas de esta ciudad.

Y como tantas otras mañanas, en mi recorrido, paso por uno de los monumentos más conocidos de Berlín: la columna de la victoria, que conmemora una serie de victorias Prusianas sobre Dinamarca, Austria y Francia.

Y es la figura de esta columna, la diosa de la victoria que sostiene unos laureles en su mano, la que me refiere este pensamiento. Todos tenemos en mente una victoria...todos queremos ser ganadores y nadie en su sano juicio quiere ser perdedor.

Pero mi viejo, nunca le apuntó a una victoria en este mundo. Era gracioso verlo perder al tenis todas las veces contra mi vieja sin siquiera preocuparse. Tenía de todas maneras sus satisfacciones, que siempre eran más en el plano intelectual, como haber atendido a lo largo de su vida a infinidad de cantantes algunos hiper famosos como Plácido Domingo y otros que simplemente cantaban por amor al arte como él o que lo nombrasen miembro honorario de la sociedad alemana de la voz. Pero esos no dejaban de ser reconocimientos que alimentaban su espíritu...nunca obtuvo un bien material por eso.

Increiblemente en esta estatua de la victoria, con esa diosa que le apunta con su corona de laureles al cielo, pude ver esta mañana su gran victoria personal: el haber llegado a la casa del Señor. Al mismo tiempo vi una invitación a imitarlo y poder yo también llegar a esa meta.

Empieza Septiembre que en mi caso es un mes lleno de recuerdos...y de desafíos.