Esto si que es novedoso. O tal vez no tanto. Ya en otras oportunidades había contado que Colón llegó primero a Argentina, se llevó minas y carne local e hizo una fantástica campaña de marketing. Después vinieron los españoles, llegaron al caribe, se cruzaron con los indios y se dieron cuenta de la estafa.
Por eso después crearon el virreinato del río de la plata. La leyenda de que había plata en el río se la contaban a sus mujeres en España. Estaban todos como locos comiendo asado y de fiesta en fiesta con el material femenino vernáculo.
Pero dado que todavía podemos gozar de los increíbles beneficios de la marca Argentina y que esta gente quiere aprender a hablar Argentino, pensé que se podría crear una ley para exportar el acento. Como es un intangible que no se puede exportar sino es a través de las personas, podríamos mandar un pelotón de gente que de clases de Argentino, con Cristina, Nestor y sus secuaces a la cabeza.
Convencido de mi idea y aprovechando que estoy en Europa, lo fui a visitar al encargado de comercio exterior del gobierno español. Muy amable me hizo saber que mi idea le parecía muy buena, pero que lamentablemente no podía aceptar a Cristina como profesora. Aparentemente les encanta el acento de los argentinos, pero odian el tonito de nuestra presidenta. Es bueno saber que no soy el único...
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario