Cuando empezás a trabajar en Alemania, una de las primeras cosas que notás es la carga impositiva. Dependiendo de tu situación particular, el estado te aplica una carga que llega hasta el 60% de tu salario bruto. Ya en Argentina me parecía un disparate ahora esto es directamente demencial. La única (gran) diferencia que existe es que si bien te retienen ese dinero, los servicios que tenés a cambio son increíbles: no te afanan, los hospitales públicos son de primera y las calles y autopistas son un placer.
El tema es que aparte del impuesto al ingreso, hay otros varios impuestos que también tenés que pagar (o al menos que deberías pagar). Y acá es adonde aparece la otra personalidad o el Mr Hyde que todos tenemos adentro. Porque cuando se trata de evadir (o al menos eludir) impuestos, hasta los Alemanes se comportan como seres humanos.
Llevo ya 3 meses tratando de buscar un “Steuerberater” que no es otra cosa que un “contador” que se haga cargo de reclamar la devolución de lo que pagué de más y el estado me tiene que devolver.
Sin embargo cada vez que le pregunto a alguien acerca de quien le maneja los impuestos, la respuesta es siempre la misma…”si…hay alguien, pero no te sirve…vive lejos” o “el mío se murió el año pasado y todavía no tengo ninguno”. Y además la respuesta no te la dan nunca en público…siempre es debajo de un puente o en un lugar con bullicio de forma que nunca nadie pueda escucharlos-
Tampoco podés agarrar a cualquiera, porque hay chances de que sea un doble agente, que se entere de todo lo que no tenés declarado y te mande a los canas a tu casa. Y tampoco podés presentar vos los papeles…o si, pero entonces seguro que no conseguís nada más que atraer a la policía impositiva.
En eso estaba hoy cuando alguien vestido como el inspector Gadget me paró en la calle y me dio un papelito que decía: “Steuerberater. Confidencialidad garantizada. Llame por teléfono al xxxxxx y pida su turno. Depto privado u Hotel”. Es increíble….el “pastor alemán” se parece bastante al “gato de recoleta”. Al menos no lo tienen a Montoya. Algo es algo…
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
viernes, 6 de marzo de 2009
Pastor Alemán o Gato de Recoleta?
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