Generalmente me la paso buscando cosas para publicar en el blog y a veces entiendo a los periodistas que tiran cualquiera…es muy difícil tener ideas o noticias frescas todos los días. Supongo que dentro de mi blog el 20% es novedad y el resto refrito de cosas que escucho o que escribí con anterioridad. De cualquier manera, el día de hoy es la excepción y si tengo novedades. Por cierto demasiadas para un lunes gris (y van…).
La primera es que entré en una discusión interesante con una entrevistadora de agencia de recruiting acerca de si mi perfil es o no el que estaban buscando para cierta compañía. Lo dejo para la sección The Office de esta semana, pero es bastante interesante como se manejan las cosas acá y que tan brutalmente te pueden decir en la cara “no servís…”. Por cierto, una de las cosas buenas en este país es que no tenés que ser políticamente correcto: las cosas las decís de frente porque sino no te entienden.
Pero dejo eso para el jueves…porque a media mañana me enteré que el estado me tendría que estar dando cierta plata en forma mensual por el solo hecho de tener 2 niños, cosa que hasta ahora no pasaba. Soy del tipo de los que cuando encuentran un billete en el bolsillo del pantalón, se sienten increíblemente ricos y cuando pierden una moneda insoportablemente pobres…ahora cuando me entero que dejé de recibir dinero (no lo perdí, pero lo dejé de ganar) me siento lisa y llanamente un estúpido.
Es que me condena mi pasado nacional. El famoso “cocodrilo que se duerme es cartera”. Ya veía a algun ñoqui (o Spetzel) local viajando por el mundo con las 4 lucas que me correspondían y que no cobré. Estaba hundiendome en mi depresión cuando un amigo me hizo caer en la cuenta de que acá el dinero se puede reclamar. Tal vez no me lo devuelvan todo, pero una buena parte seguro y entonces de golpe y porrazo no solo no soy todo lo pobre que creía que era sino que soy unas 3 lucas más rico que cuando salí de casa esta mañana. Nada mal en una época donde ganar una moneda cuesta el doble.
Increíblemente estaba celebrando cuando mi mente se disparó automáticamente a la imagen de padre como gobierno de la familia. Esta guita no me corresponde, o mejor dicho si, pero no es mía sino de los ciudadanos de la familia, los bebes que reciben dinero del estado para que yo les financie sus estudios y los mantenga. No creo que pueda emplearla para comprar una pantalla plana para la casa o cambiar el auto, salvo que los pueda convencer de que eso es lo que realmente necesitan. Nada muy difícil cuando tienen 3 y 2 años y muy poca ilustración. Está bastante claro que es lo que va a pasar con esos fondos en este momento.
Supongo que además y de cara al futuro podré eventualmente corromper con dádivas a mi Sra. para que me deje usarlos a discreción y si los pibes se enteran en el colegio que esta guita sus amigos la usan para comprar chupetines, les hablaré de distribución de la riqueza, de jubilación en manos del gobierno para financiar las vacaciones de todos y si todavía insisten les daré una coparticipación del 30% de su dinero…o se los prestaré a una tasa del 18% para que se compren su primer monopatín…cualquier cosa es posible mientras sea yo el que maneje la caja.
Y si quieren otra cosa, que armen un partido político y que formen un nuevo gobierno viejo…después de todo, cuando yo era pibe tuve que vivir de la pensión semanal que me daban los viejos. Y ni te cuento lo que me costaban las paritarias…todavía me duelen...
Un mundo denso necesita pensamientos livianos para que puedan ser asimilados
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